El 23 de octubre de 1969 Samuel Beckett recibió la noticia que tanto temía: La Academia Sueca acababa de otorgarle el Premio Nobel de Literatura.
Toda su vida Beckett fue un hombre extremadamente refinado y austero en su vida personal. Después de recibir la noticia escribió a la Academia agradeciendo el honor y disculpándose porque no asistiría a la ceremonia. Envió a su editor a recoger el premio. El monto recibido lo distribuyó entre "su" Alma Mater-El Trinity College de Dublín- y algunos artistas y escritores merecedores de ayuda económica.
El Premio Nobel no modificó la rutina del escritor. Continuó los siguientes veinte años hasta el final de su vida viviendo en su pequeño apartamento del Boulevard Saint-Jackes, trasportándose en el pequeño Citronné y creando su maravillosa obra literaria.
Hacía varios años su nombre aparecía como candidato al premio. Por esas épocas Beckett y su mujer huían de París y se refugiaban en el campo. En 1969 sonaba con mayor insistencia por lo que se trasladaron a Túnez. Cuando recibieron la noticia, su mujer Suzanne resumió los sentimientos de la pareja: "¡Es una catastrofe!"
Toda su vida Beckett fue un hombre extremadamente refinado y austero en su vida personal. Después de recibir la noticia escribió a la Academia agradeciendo el honor y disculpándose porque no asistiría a la ceremonia. Envió a su editor a recoger el premio. El monto recibido lo distribuyó entre "su" Alma Mater-El Trinity College de Dublín- y algunos artistas y escritores merecedores de ayuda económica.
El Premio Nobel no modificó la rutina del escritor. Continuó los siguientes veinte años hasta el final de su vida viviendo en su pequeño apartamento del Boulevard Saint-Jackes, trasportándose en el pequeño Citronné y creando su maravillosa obra literaria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario